ADAPTACIÓN Y HUMANIDAD: LAS CLAVES PARA HACKEAR LA IA
Andrés Jarulakis
Supervisor del Laboratorio de innovación - Prevención
La Inteligencia Artificial (IA) no es solo una moda; es una revolución que redefine el panorama laboral presente-futuro y, con él, el rol del profesional de Seguridad y Salud Ocupacional (SSO).
En este escenario de cambio constante, la capacidad de adaptación emerge no solo como una habilidad útil, sino como una característica clave para liderar la prevención en las organizaciones.
La IA trae consigo nuevos desafíos: la interacción entre humano y agente-IA, el análisis de datos masivos para identificar riesgos emergentes y la necesidad de integrar tecnologías avanzadas en nuestros procedimientos.
Y aunque es lógico pensar: ¿Es esto una amenaza?, es imprescindible salir rápidamente de ese temor inicial y transformarlo en una nueva oportunidad dorada. Los profesionales de SSO que abracen la innovación y estén dispuestos a cuestionar lo aprendido y buscar nuevas alternativas, serán quienes marquen la diferencia.
La prevención nunca fue estática, sin embargo la evolución se tornó tan dinámica que, debemos admitirlo, por momentos nos da vértigo. Hoy nos requiere una mentalidad flexible, dispuesta a comprender cómo la IA puede optimizar la identificación de riesgos, personalizar formaciones y automatizar tareas repetitivas, liberando nuestro tiempo para análisis más profundos y estrategias de bienestar más humanas.
El optimismo, en este contexto, no es ingenuidad. Es la convicción de que, con una actitud proactiva y la voluntad de evolucionar continuamente, el rol de los profesionales de SSO no solo sobrevivirá, sino que se expandirá en esta nueva era. La adaptabilidad es nuestro superpoder; usémoslo para construir entornos laborales más seguros, saludables e inteligentemente preparados para el futuro… que ya llegó.