1. Inteligencia artificial: datos que previenen
La IA y el machine learning o aprendizaje automático, además de convertirse en herramientas cada vez más cotidianas, ya están transformando el campo de la seguridad laboral al permitir el análisis automatizado de datos para detectar patrones de riesgo, anticipar incidentes y optimizar decisiones. Estas herramientas, integradas con sensores y plataformas digitales, facilitan una vigilancia continua del entorno laboral y una respuesta más ágil ante posibles desviaciones, haciendo de la seguridad un proceso más predictivo, eficiente e inteligente.
2. Salud mental también importa
El bienestar psicológico dejó de ser un tema tabú. Cada vez más empresas están abordando de forma proactiva los riesgos psicosociales, con programas de mindfulness, pausas digitales, formación en resiliencia y prevención del burnout. Los datos lo confirman: atender la salud mental es clave para reducir el ausentismo y mejorar el clima laboral.
3. Formación continua, flexible y atractiva
En un entorno donde todo cambia rápido, aprender de forma constante es vital para sobrevivir. La clave está en cómo se aprende: microcápsulas de contenido, juegos que enseñan sobre seguridad, comunidades virtuales que comparten buenas prácticas, y el poder del mentoring entre generaciones. Según el INSST de España, las empresas que invierten en este tipo de formación reducen hasta un 40% sus incidentes.
Fuente: CTAIMA
